Las 4 macrozonas climáticas de Europa son indicativas y sirven de guía para comprender las distintas condiciones climáticas que pueden darse en Europa.
Además de las cuatro macrozonas climáticas principales, Europa presenta numerosas excepciones y microclimas debidos a diversos factores. Las zonas urbanizadas suelen crear islas urbanas de calor, donde las temperaturas pueden ser significativamente más altas que en las zonas rurales circundantes. Las montañas pueden tener una amplia gama de microclimas en función de la altitud, la exposición al sol y las direcciones predominantes del viento. Además, pueden encontrarse pequeños focos de climas únicos en valles protegidos, a lo largo de determinadas costas o cerca de masas de agua, creando condiciones que difieren de las regiones circundantes.
Estos microclimas pueden influir significativamente en la flora y fauna locales, así como en la elección de plantas para jardines, balcones, terrazas y espacios verdes urbanos.